Por: Gastón
Sánchez
[…] Leandro
y su padre, Carlos, tuvieron una conversación a solas donde el padre le dijo a
su hijo que Jesús era el verdadero Mesías y que debía hacer todo lo que él le
ordenara, que no debía alejarse de él y debía ser su discípulo, debía ser
Pedro. No debía negarse en nada de
lo que Jesús pidiera.
Jesús
preguntó a donde quedaba algún lugar alejado de todo, y le respondieron que a
cinco kilómetros se encontraba un bosque sin ninguna conexión con la
civilización. Jesús los bendijo y comenzó a caminar rumbo a ese bosque. El
mesías se adentró en el bosque hasta desconocer el principio del mismo, de
repente, al estar rodeado de tantos árboles la estabilidad comenzó a fallarle y
se desplomó al suelo a rezar, habló con su padre y los brotes esquizofrénicos
comenzaron a surgir nuevamente.
Los días
pasaron y el mesías, envuelto en un hambre voraz, se arrastró sobre su cuerpo
hasta llegar a un árbol, donde se sentó con su mirada perdida y vio que, desde
las hojas caídas en el suelo, salía una serpiente. Jesús le dijo:
“¿Qué haces aquí, Satanás?”
“¿Qué haces aquí, Satanás?”
Y aunque la
serpiente no estaba allí realmente, la mente de éste hombre hizo pensar que de
verdad estaba allí dicho animal satánico, y que éste le hablaba. Como el hambre
de Jesús casi lo consumía le dijo que convierta esas rocas en panes, pero el
nazareno negándose rotundamente tomó las piedras y comenzó a golpear los dedos
de sus manos, la túnica que le habían dado en la iglesia para ser bautizado se
había manchado con gotas de sangre de los masacrados dedos de éste loco hombre.
Él, mientras se golpeaba decía: “¡No sólo de pan vivirá el hombre, no sólo
de pan vivirá el hombre! Por favor padre, aleja a ésta serpiente de mi vista”.
Los mismos
golpes hicieron que Jesús intente olvidar aquel espejismo, pero a las pocas
semanas, el hambre constante, el sueño y el dolor físico hicieron que éste
hombre que aseguraba ser Jesucristo vea nuevamente a “Satanás”, que venía a
tentarlo, ésta sería la segunda tentación de Cristo.
-Continuará
-Continuará
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