El apocalipsis de los
muertos vivos
Por: Gastón Sánchez
El doctor
Julius Kein con los millones que obtuvo a lo largo de su exitosa carrera en la
medicina ha construido un edificio de veintisiete pisos con tecnologías muy
avanzadas. Allí se encuentra para realizar el experimento de toda su vida: Encontrar la cura definitiva del cáncer.
Un virus que
al ser inyectado, detecta cualquier tipo de cáncer y lo erradica por completo
en intensas sesiones en un mes. Cuatro años de investigación aparentemente han
dado sus frutos, y llamó a una doctora de la ciudad: Angélica Darell, para que
lo ayude en su investigación secreta.
Kein dijo
que había traído a catorce pacientes con cáncer avanzado que corrían riesgo de morir
con la dosis de su virus pero de igual modo iba a tratarlos, y que si morían él
no se haría responsable, dichas declaraciones molestaron a Darell, ella abandonó
el proyecto ya que el fin del doctor Julius era correcto, pero los medios que empleaba no.
El doctor
siguió con su investigación y les inyectó la dosis de su virus a los pacientes,
los cuales, por complicaciones comenzaron a fallecer uno a uno.
O eso era lo que todos pensaban…
-Continuará
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